PLAN DE UNIFICACIÓN ENTRE MAR MUERTO Y ROJO, CAUSA CONTROVERSIA
Un plan para conectar el Mar Rojo con el Mar Muerto podría salvarlo totalmente de la evaporación y llevar el agua desalada a los barrios con poco abastecimiento en Israel, Jordania y Palestina.
Pero los ambientalistas advierten que el proyecto: “Rojo-Muerto”, puede provocar graves consecuencias, alterando la química en particular del lago de agua salada que se encuentra en el punto más bajo de la Tierra.
El primer ministro de Jordania, Abdullah Nsur, dijo el pasado lunes 26 de septiembre que su gobierno había decidido seguir adelante con el proyecto de 980 millones de dólares lo que le daría a Jordania 100 millones de metros cúbicos de agua por año.
Pero los ambientalistas advierten que el proyecto: “Rojo-Muerto”, puede provocar graves consecuencias, alterando la química en particular del lago de agua salada que se encuentra en el punto más bajo de la Tierra.
El primer ministro de Jordania, Abdullah Nsur, dijo el pasado lunes 26 de septiembre que su gobierno había decidido seguir adelante con el proyecto de 980 millones de dólares lo que le daría a Jordania 100 millones de metros cúbicos de agua por año.
“El gobierno aprobó el proyecto después de años de experiencia técnica, política, económica y geológica”, dijo Nsur en rueda de prensa. De acuerdo con el plan, Jordania sacará agua del Golfo de Aqaba, en el norte del Mar Rojo, un lugar donde se construirá una planta desalinizadora, que se utiliza para tratar el agua.
“El agua desalinizada irá al sur de (la ciudad de Jordania) Aqaba, mientras que el agua de mar se bombeará en el Mar Muerto”, dijo NSUR. El Mar Muerto, que tiene el agua más salada del mundo, está en vías de agotarse para el año 2050.
La reducción del Mar Muerto inició en la década de 1960, cuando Israel, Jordania y Siria comenzaron a desviar el agua del río Jordán, su principal afluente. El nivel del Mar Muerto se ha reducido, en promedio, un metro por año. Según la información más reciente, el nivel está en 427.13 metros bajo el nivel del mar, 27 metros más bajos que en 1977.
El plan prevé que la mayor parte del agua desalada irá a Jordania, con cantidades menores trasferidas a Israel y la Autoridad Palestina.
Pero grupos ecologistas, han pedido que a los tres socios retirarse del proyecto para proteger el medio ambiente. La principal preocupación, según ellos, es que una gran afluencia de agua del Mar Rojo puede cambiar radicalmente el frágil ecosistema del Mar Muerto.
El ministerio israelí de protección, dice que los estudios ambientales hasta el momento dejan una “gran incertidumbre”, por lo que pidió que el plan se ejecute en una escala más pequeña para comprobar si el proyecto va a funcionar.
Sin embargo, para los palestinos, el proyecto conjunto implica cuestiones políticas como Israel porque para que puedan desarrollarlo, parte de la costa se encuentra en una zona ocupada por Israel.
“Nos gustaría ser parte de este proyecto de cooperación”, dijo Al-Shaddad Attili, jefe de la Autoridad Palestina del Agua. “Nos gustaría ser tratados por igual en lo que respecta a Jordania e Israel, nos gustaría ser beneficiado de los resultados”.
“Pero antes de todo esto, tendríamos acceso al Mar Muerto, no sólo para conseguir agua y nadar en el mar, sino también para construir hoteles y desarrollar la actividad turística”, agregó Al-Attili.
La riqueza mineral del Mar Muerto, se considera terapéutica, los visitantes les gusta flotar en el agua densa, pero no le permite a una persona hundirse. Israelíes gestionan un gran número de hoteles y playas en la región.
“El agua desalinizada irá al sur de (la ciudad de Jordania) Aqaba, mientras que el agua de mar se bombeará en el Mar Muerto”, dijo NSUR. El Mar Muerto, que tiene el agua más salada del mundo, está en vías de agotarse para el año 2050.
La reducción del Mar Muerto inició en la década de 1960, cuando Israel, Jordania y Siria comenzaron a desviar el agua del río Jordán, su principal afluente. El nivel del Mar Muerto se ha reducido, en promedio, un metro por año. Según la información más reciente, el nivel está en 427.13 metros bajo el nivel del mar, 27 metros más bajos que en 1977.
El plan prevé que la mayor parte del agua desalada irá a Jordania, con cantidades menores trasferidas a Israel y la Autoridad Palestina.
Pero grupos ecologistas, han pedido que a los tres socios retirarse del proyecto para proteger el medio ambiente. La principal preocupación, según ellos, es que una gran afluencia de agua del Mar Rojo puede cambiar radicalmente el frágil ecosistema del Mar Muerto.
El ministerio israelí de protección, dice que los estudios ambientales hasta el momento dejan una “gran incertidumbre”, por lo que pidió que el plan se ejecute en una escala más pequeña para comprobar si el proyecto va a funcionar.
Sin embargo, para los palestinos, el proyecto conjunto implica cuestiones políticas como Israel porque para que puedan desarrollarlo, parte de la costa se encuentra en una zona ocupada por Israel.
“Nos gustaría ser parte de este proyecto de cooperación”, dijo Al-Shaddad Attili, jefe de la Autoridad Palestina del Agua. “Nos gustaría ser tratados por igual en lo que respecta a Jordania e Israel, nos gustaría ser beneficiado de los resultados”.
“Pero antes de todo esto, tendríamos acceso al Mar Muerto, no sólo para conseguir agua y nadar en el mar, sino también para construir hoteles y desarrollar la actividad turística”, agregó Al-Attili.
La riqueza mineral del Mar Muerto, se considera terapéutica, los visitantes les gusta flotar en el agua densa, pero no le permite a una persona hundirse. Israelíes gestionan un gran número de hoteles y playas en la región.
Fuente: Traducido por Noticia Cristiana de G1
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