La Pascua bíblica y su mensaje de libertad


 Pascua bíblica y su mensaje de libertad

La fiesta de la Pascua bíblica se inició el lunes por la noche para miles de judíos en todo el mundo que celebran una cena para conmemorar su salida de Egipto miles de años atrás.

El lunes, en Jerusalén, muchos judíos ortodoxos como Eli Dershowitz realizaban la quema simbólica de la hametz (Kha-metz) o levadura, tal como la tradición lo indica. Solo se comerá pan sin levadura durante siete días.

“Se dice en la Biblia, en la Torá (Primeros cinco libros del Antiguo Testamento), que durante siete días se debe comer solo matza (pan sin levadura) y no cualquier cosa que contenga levadura, como símbolo de la salida de los judíos de Egipto”, dice Dershowitz.

El día antes de la Pascua, los agricultores israelíes lucharon contra la amenaza de un enjambre de langostas que cruzaron la frontera de Egipto. Esta plaga puede ser muy perjudicial para los cultivos. Una situación curiosa que recuerda el episodio de la salida del pueblo de Israel de Egipto, tras Dios enviar diez plagas.

A principios de este mes, el Ministerio de Agricultura de Israel comenzó con la fumigación para matar un enjambre de langostas que habían invadido el sur de Israel. Hasta ahora, no han causado ningún daño apreciable a los cultivos en Israel.

UNA FIESTA DE RECUERDO

De gran trascendencia en la historia judía por el sentido tanto religioso como étnico que conlleva, se trata de una de las fiestas más antiguas conocidas, y está descrita en las escrituras sagradas en el libro del Éxodo.

“Ese libro narra cómo fuimos liberados por Dios del Faraón que nos tenía esclavizados y la orden de celebrar este episodio para la eternidad y como si nosotros mismos hubiéramos estado allí”, explicó el rabino Yaacov Hamu.

De hecho, la Última Cena que Jesús celebró con sus discípulos, antes de la crucifixión, no es otra que la Pascua judía, la misma que conmemoran millones de personas de esta confesión en Israel y en todo el mundo.

DE PADRES A HIJOS


Una de las claves de esta celebración es el relato que se transmite de padres a hijos, conocido como “Hagada” y en la que la familia va describiendo los hechos descritos en la Biblia e interpretaciones a la voluntad divina de parte de líderes espirituales posteriores.

“Lo más importante es comunicarle a los niños el mensaje de libertad que nos llega desde aquella noche, para que nuestro pueblo siga existiendo”, agregó el rabino sobre esa mezcla anormal que confiere al judaísmo un carácter dual y simultáneo como pueblo y como religión.

Reunidos en familia, los judíos transmitirán el histórico legado a sus hijos alrededor de una gran mesa y antes de una copiosa cena en la que destacan como elementos simbólicos la lechuga, el huevo, el “jaroset” (mezcla de frutos trillados amasados en bolas ultracalóricas) y el vinagre.

LA COMIDA DE PASCUA

“La mezcla de elementos dulces y amargos en la mesa no es más que el recuerdo de la amargura de la esclavitud y la dulzura de la libertad”, declaró Hamú.

Conocida también como Fiesta de la Primavera, por la estación en la que se celebra, y también como Fiesta de la Libertad por lo que representa para la gestación étnica del pueblo judío, el Pesaj está claramente marcado por la “matzá”, una fina galleta cuadrada de tamaño variable que es empleada durante la fiesta como pan.

Los libros de la Torah ordenan a los judíos que para recordar el éxodo deberán comer panes ázimos, porque así los hicieron sus padres durante siete días al salir de Egipto con premura y no disponer de levadura, un producto que sale estos días de cualquier vivienda judía y comercio.

Para hacerse una idea de hasta dónde llega la observancia de eliminar cualquier resto de levadura o producto leudado, basta con ver la profunda limpieza que una buena parte de los judíos hacen de sus casas en las semanas que precede a esta fiesta.

JUDÍOS RELIGIOSOS Y LAICOS

Estadísticas muestran que entre un 60 y un 70 por ciento de la población judía de Israel se abstiene de comer pan leudado en la Pascua, un período en el que cientos de miles de personas salen de excursión por todo el país abarrotando carreteras y lugares de esparcimiento.

Otros más progresistas y laicos, cifrados en más del medio millón entre una población de 7.3 millones, prefieren este año celebrar el Pesaj en el sentido más metafórico de la fiesta, y aprovecharla para hacer un masivo éxodo al extranjero que les haga olvidar las dificultades que conlleva la fiesta.

Fuente: Notimex, CBN editado por Protestante Digital

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